Rutas:
- Casco Histórico: Morería y barrio judío, parque de Santa Lucia (con vistas panorámicas impresionantes sobre el valle del Río Ardila)
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Excursiones de Un Día:
A.- Saliendo por la carretera que desde Jerez lleva a Oliva de la Frontera, salir por Villanueva del Fresno a Portugal, visitar:
Monsaraz: Pueblo medieval rodeado de murallas y con castillo templario (el tiempo se detuvo allí).
Pantano de Alqueba: Considerado el lago artificial más grande de Europa. Ver su presa de 97m. de altura y navegar por él.
B.- Évora: Antigua capital del reino portugués. Absolutamente monumental. Visitar especialmente la catedral con su claustro y museo, la posada de los loiros, la capella de los osos (ornamentada con huesos humanos), el templo de Diana, etc… (Recabar más información en su oficina de turismo)
C.- Burguillos del Cerro y Zafra: Pueblos interesantes por sus monumentos. En Zafra ver el parador Hernán Cortes (Mora Figueroa), plaza grande y plaza chica, parroquia con lienzos del Zurbarán, calle Sevilla (peatonal), convento de clarisas, etc…
D.- Fregenal de la sierra y Calera de León, donde podrán ver el conventual de la Orden de Santiago y el Monasterio de Tentudia, del siglo XIII, donde está enterrado Pelay Pérez Correa, maestro de la Orden de Santiago, que lo mandó construir para conmemorar la victoria contra los moros, de ese mismo nombre y considerado como el Cid Extremeño.
Es el punto más alto de la baja Extremadura – 1.300 m. de altitud – y desde allí tendrá, viéndole las espaldas a los buitres, una visión inolvidable de la dehesa extremeña.
E.- Olivenza: Con sus magníficos monumentos de estilo manuelino y famosa por su fécula – mecula. Por el camino verá grandiosas dehesas propiedad, desde la edad media, de los títulos nobiliarios más conocidos de España y actualmente, también de famosos toreros.
Excursiones de Medio Día:
- Puente Viejo (por carretera de Fregenal) sobre el rio Ardila que más adelante forma frontera con Portugal, y perteneciente a ruta romana que unía la Bética con la Lusitania.
- Charca de la Albuhera, famosa por sus concursos de pesca de tencas.
- Convento de Aguas Santas, antiguo monasterio franciscano y casa de la Virgen de esa adoración y patrona de Jerez.
- La Granja, antigua encomienda fortificada de los templarios y el dolmen del mismo nombre, por la carretera Burguillos del Cerro – Zafra.
Excursiones de Dos Días:
LISBOA. Una de las ciudades más hermosas de Europa.
Fuentes: Oficina de Turismo de Jerez de los Caballeros


- Casa Natal de Hernando de Soto, colonizador de la Florida y Misisipi

Se la conoce con este nombre por el sol que luce en uno de los cuarteles del escudo que ostenta la fachada principal.
Este ilustre linaje de los Maraver figura en los libros del concejo jerezano desde principios del siglo XV. Hasta el siglo XVIII tuvieron gran influencia social y política llegando a tener el cargo de regidores perpetuos de la Ciudad.
La familia Maraver tuvo panteón en la Iglesia de Santa Catalina, en el prebisterio, junto al altar mayor

Este palacio es una obra del siglo XVII o principios del XVIII, con dos plantas. Sobre el balcón central del piso alto se muestran las armas de la familia.
En el interior ofrece un patio, columnado en sus cuatro lados. En la planta baja, una serie de arcos de medio punto soportados por columnas de mármol. En el piso superior estas columnas de mármol se sustituyen por otras de hierro colado. Este palacio perteneció en sus orígenes a la familia Pérez de Guzmán que llega a Jerez en el siglo XVIII como consecuencia del entronque habido con los Maraver.
La familia Pérez de Guzmán ostento cargos de regentes perpetuos de Jerez así como de maestrantes en Sevilla. Entre los títulos nobiliarios que pertenecieron y aun hoy pertenecen a distintas ramas de la familia destacan los de duques de T’Serclaes o marqueses de Campillo de Murcia.

Palacio de austero exterior en el que solo destaca sobre una de sus esquinas, un blasón de granito con el escudo de armas de los Marqueses se San Fernando. El marquesado fue creado por el Marqués de Rianzuela para uno de sus hijos, aunque el entronque familiar radica en los Solís que llegaron a Jerez en el siglo XVIII provenientes de Cáceres y que fueron maestres de la Orden de Alcántara, militares y caballeros, así como regidores perpetuos de Jerez.
Sus enterramientos están en la Iglesia de San Bartolomé de la que fueron benefactores.

Conocido popularmente como Patio de la Cigüeña. Situada en la entrada medieval de la Ciudad. El acceso a la casa se realiza por una portada con dintel de granito y vano rectangular, sobre la que se levanta un tímpano que sostiene el escudo de armas del linaje propietario del palacio. Se trata del escudo perteneciente al conde de la corte de la Berrona.
El título de Conde de la Berrona fue otorgado a don Antonio de Moscoso Silva y Vargas, señor de la Torre de los Bolsicos, y de Torremejía. Fueron sus descendientes señores de Santiago y propietarios de la famosa ganadería del Conde de la Corte que aún hoy pasta en la finca de los Bolsicos situada muy cerca de Jerez.

Esta mansión, posee las características comunes en este tipo de construcciones jerezanas, es decir, solar de dos plantas, vanos rectangulares con rejería, paredes blanqueadas, escudo de armas en la fachada, y patio interior.
En este palacio se encuentra la Iglesia del Convento de la Esperanza; poco queda de lo que fuera el edificio; tan sólo la capilla que ofrece un portal adintelado de granito y un escudo con las armas de los patronos del convento. Este beaterio fue fundado en 1558 y formaba parte del que fundara San Pedro de Alcántara, aunque su ubicación definitiva fue 1594. En el año 1701 tenía 18 monjas y 3 legas. Fue secularizado tras la desamortización siendo convertido en casa particular.
En esta Iglesia reposa don Luís de Mendoza Quintana Moscoso y Silva, II Conde la Berrona, Caballero de la Orden de Santiago y regidor perpetuo de Jerez, fue miembro de la Junta de Defensa durante la Guerra de la Independencia.

Es otra típica casa solariega jerezana, realizada en una fachada de dos plantas, blanqueada, con vanos rectangulares y con el blasón con las armas del linaje en el primer piso, las rejas de forja y molduras sobre los huecos.

A mediados del siglo X V, el Concejo habilitó cono Casa Consistorial una edificación situada en la Plaza de España. En el primer tercio del siglo XVI, fue remodelada según consta en la inscripción existente en la imposta que recorre el edificio por debajo de los balcones: “Reinando Felipe III nuestro señor la ciudad de Jerez hizo esta obra siendo corregidor don Antonio de Pazos Figueroa caballero de la Orden de Santiago. Año de 1632”. La fachada se compone de dos cuerpos y tiene algunos rasgos de arquitectura renacentista.

Conserva rasgos de estilo gótico, siglo XV. Del antiguo edificio persiste una gran torre de planta cuadrangular con sillares de granito en las esquinas. En la fachada que dan a la plaza de San Miguel, se abren vanos, con parteluces de mármol y los blasones familiares. En una de las ventanas hay una inscripción en la que aparece como ordenante de la obra el citado Bachiller y como fecha de terminación 1470. De la familia Martínez de Logroño se sabe que provenía de La Rioja, llegó a Jerez en el siglo XV, y desde ese momento entroncó con los Vargas, Silvas, Maraveres y otros linajes importantes de la localidad.
Sus miembros fueron fundadores del convento de Gracia y benefactores de San Miguel en donde están enterrados. Estos señores fueron regidores perpetuos de la ciudad.

La mansión se levanta en dos plantas, con vanos rectangulares, según el prototipo de construcciones tradicionales tan extendido por la ciudad. El solar perteneció a diversos linajes jerezanos siendo la mayoría de sus propietarios caballeros de la Orden de Santiago, así como regidores perpetuos de Jerez. Hemos de destacar sobre todo a uno de sus más famosos propietarios, D. Pedro de Quevedo y Quintano que ocupó la silla episcopal de Orense, donde murió en 1818. Se hizo célebre porque durante la Guerra de la Independencia formó parte del Consejo de Regencia, del que fue nombrado su presidente, y consejero de Fernando VII.

Es un edificio de dos plantas de considerable extensión, levantado entorno a un mediano patio central con arquerías de medio punto, sobre columnas de mármol. La fachada principal corresponde al siglo XVIII. Entre los elementos que componen esta fachada destaca el escudo por su fina y cuidada labra, este es sostenido por la cabeza de un querubín alado, todo ello confeccionado en mármol blanco. En el interior, destacamos además del patio antes mencionado, los bellos salones y la capilla donde el altar mayor era presidido por una imagen de San Fernando.
El palacio perteneció a Fernando Florencio de Solís Fernández de Córdoba, que nació 1724.Regidor perpetuo de la Ciudad y Coronel de Caballería, murió en 1771, según consta en el epitafio de su enterramiento en la iglesia parroquial de San Bartolomé. Le sucedió Alonso de Solís Tous de Monsalve, que realizó importantes donaciones a la parroquia de San Miguel, donde está enterrado, además de ayudar con importantes sumas a la obra de la torre.
Se alza en frente esta casa del palacio de Rianzuela. Tan sólo un bonito ejemplar de granito, con las armas del titular, el lo único digno de destacar de la mansión, pues todo lo demás del inmueble ha sido reformado a lo largo de los siglos

Se trata de una casa señorial típica de Jerez de los Caballeros y en su fachada lo mas destacable son los trabajos de rejería que cubren los huecos de los balcones y ventanas así como un escudote armas metálico. En ella encontramos también otros dos emblemas, uno de granito, más antiguo y otro de mármol con las armas de los propietarios de la mansión. En un principio este señorío perteneció a D. Alonso Fernández de Vargas, señor de Burguillos y de Higuera de Vargas.

Es el nombre con el que se conoce a la que fuera residencia en Jerez del vicario general de la Orden de Santiago en esta ciudad. La entrada principal está adornada con dintel y jambas de granito. Sobre el balcón central existe un escudo de armas que recuerda al pendón de la Orden de Santiago. En el vestíbulo un escudo de granito. Actualmente en este edificio se encuentra ubicado en Museo de Arte Sacro de Jerez por lo que no nos será muy difícil acceder a su interior y disfrutar de las magníficas piezas de arte sacro de Jerez.

Este palacio que perteneció a los Figueroa Silva. Ocupa toda la parte derecha de la plaza de Santa Catalina. La fachada puede tomarse como modelo de casa- palacio del siglo XVIII. Como dato curioso se dice que las rejas que adornan la fachada principal fueron forjadas en Sevilla y traídas en carreta de bueyes hasta Jerez. En uno de los lados de la fachada principal encontramos un blasón de la estirpe Silva y Figueroa, dueña del edificio y protectora del templo. La casa se concluyó en 1770.
Esta mansión fue gravemente dañada a consecuencia de los efectos producidos por la caída de un rayo sobre la torre de la iglesia en 1984. La chispa derribó la parte superior de la torre, penetró en la vivienda en donde desprendió las puertas, arrancó las ventanas, dañó muy seriamente la estructura general del edificio.

Está regido por religiosas de clausura de la Orden Tercera de San Francisco.
Se cree que el convento se fundó en 1491 por bula de Inocencio VIII, expedida en Roma, aunque este hecho no concuerda con las características arquitectónicas de ciertas partes del convento, como la portada gótica de la iglesia, cuya tipología corresponde hacia la mitad del siglo XV. Realizada con sillares de granito, está formada por un arco apuntado de triple rosca que parte de impostas decoradas y descansa sobre baquetones.
La iglesia del convento de Gracia tiene reducidas proporciones; es de planta rectangular, con una nave de tramo único, cubierto con bóveda de medio cañón.
A principios del siglo XVI, y como consecuencia del intento de cambiar la regla Tercera de San Francisco por la de Santa Clara, varias monjas salieron del convento y, previa autorización, fundaron el de Madre de Dios que observaremos posteriormente.
El benefactor y fundador de este convento fue Garci Martínez de Logroño cuyo sepulcro se encuentra en la iglesia de San Miguel.

Este solar que ocupa buena parte de la manzana, se alza en las que fueran las dependencias del convento de monjas de la orden de la Tercera Regla, y luego de Santa Clara, denominado Madre de Dios, que fue fundado en el año 1502 para acoger a un grupo de catorce monjas y a su abadesa, disidentes del convento de Gracia.
En lo que se refiere a la construcción, son dignos de destacar de ella una portada de arco apuntado, de granito, que fue entrada y que hoy está convertida en ventana.
A la izquierda de la portada, un cuerpo forma esquinazo y sobre él se levanta otra plataforma rectangular que lleva una torreta para las campanas con un vano en cada cara.
Tras la exclaustración del edificio fue enajenado por el Estado, siendo comprado por el marqués de Rianzuela, que lo restauró estableciendo en él un colegio de Segunda Enseñanza.
Más tarde fue convertido en viviendas particulares y al día de hoy presta nuevos servicios docentes.

Poco queda de lo que fuera este convento actualmente, sólo la capilla que ofrece un portal adintelado de granito y un escudo con las armas de los patronos del convento.
Este beaterio fue fundado en 1558 por San Pedro de Alcántara, aunque su ubicación definitiva en este lugar se produjo en 1594.
Existen datos que afirman que en año 1701 tenía 18 monjas y 3 legas. Fue secularizado tras la reamortización siendo convertido en casa particular.
En la actualidad se encuentra unido a la casa de los Bullón de Mendoza, marqueses de Selva Alegre.
En esta iglesia reposan los restos de ilustres personajes jerezanos como don Luis de Mendoza Moscoso y Quintana, II conde de la Berrona, así como los del II conde de la Corte, caballero de la Orden de Santiago y regidor perpetuo de Jerez.

Se alzaba en la Plaza de San Miguel.
Por los datos que se conservan sabemos que su fundación se debió a la salida del convento Madre de Dios de tres monjas decididas a crear uno nuevo de la Orden de Santa Clara.
En 1562 logran la correspondiente autorización del Provincial de Badajoz y se instalaron en el nuevo edificio.
Desapareció con la exclaustración y en su solar se edificaron viviendas.
Actualmente se encuentra en él una farmacia cuya entrada está decorada con un portal de granito.

El monumento es una edificación de dos plantas, con vanos rectangulares, ofrece una portada con dintel de granito sin ninguna clase de ornamentación.
En los seis balcones superiores, el dintel se adorna con unos cornisamientos que soportan unas molduras prolongadas en dos pilastras, que también defienden unas jambas.
Sobre mesetas se advierten recias barandas de forja y, en el piso bajo, existen rejas en las ventanas del mismo tipo que las superiores. El edificio se remata con una terraza recorrida en todo su frente por una barandilla de hierro a la que sostienen unas pilastrillas, rematadas por once pináculos de loza vidriada. Sobre el balcón del centro, hay un escudo de granito.
El interior se desarrolla a través de un patio central, claustrado en sus cuatro caras, con arcos de medio punto en el piso bajo sostenidos por pilares.
En este edificio hemos de resaltar la obligación que tenían los agustinos de impartir gratuitamente clases en latín, gramática, teología y arte a los vecinos de la ciudad por lo que el convento era un auténtico foco cultural en la población.
Según consta en los archivos, en el año 1791, había en el convento 17 profesores y 3 legos. Más tarde ha desempeñado diferentes funciones desde que, a consecuencia de la exclaustración, fue abandonado por los frailes, entre los años 1835 1837, en lo que se denominó gran etapa desamortizadora. En este momento pasó a ser residencia de los duques de T´Serclaes, a cuya familia perteneció.
Posteriormente se fundó en él, en 1904, la residencia de San Agustín, y dos años más tarde el Colegio Corazón de María para niños.
Después pasó a ser Consistorio de la Ciudad y recientemente ha retomado la ocupación que tuvo anteriormente y se ha convertido en el Centro Cultural “San Agustín”, en el que existen diferentes servicios relacionados con las artes y las letras.
Unida a las dependencias del convento se encuentra la capilla. Su portada principal se abre a los pies del templo, por medio de un arco de medio punto peraltado, al que corona un tímpano triangular, entre acrótreras, sobre el que se muestra otra ventana, con arco de medio punto, y sobre ella una moldura de granito. Encima de la puerta principal se alza una espadaña de dos pisos y tres vanos, dos en el abajo y uno en el de arriba. El interior de la iglesia es una nave de pequeñas dimensiones que actualmente ofrece servicios de Casa de la Cultura.

Un grupo de beatas decidió profesar la regla de Santa Clara, solicitando para ello la preceptiva autorización que concedió Alejandro VI en el año citado.
Posteriormente cambiaron a la Orden Tercera; contaba a finales del siglo XVIII con veinte monjas profesas y dos novicias.
Secularizado en nuestro tiempo, fue enajenado por le Estado y convertido en casa particular. La construcción responde al modelo de casa solariega típico de Jerez.
Se trata de una construcción en dos plantas con vanos rectangulares y un claustro interior con arcos de medio punto en el piso bajo que se sostienen por pilares
Fue secularizado en el siglo XIX y convertido en vivienda particular.
Los datos históricos afirman que debió de fundarse hacia 1523 por doña María de Alvarado, que perteneciendo al Convento de la Consolación, abandonado al cambiar este de Orden. Doña María de Alvarado funda el Convento de la Luz en una casa de su propiedad situada cerca de la Fuente del Corcho.
Se trata de una casona de dos plantas sin demasiado interés arquitectónico.

Los frailes franciscanos de Santa Margarita pidieron en 1576 autorización para mudarse a la ermita de Aguas Santas y establecer allí su convento.
En el exterior sobresale la Portada de la Iglesia ,de estilo neoclásico.
La iglesia del convento es de una sola nave, de planta rectangular cubierta con bóveda de cañón.
Actualmente el edificio alberga un Colegio de Educación Especial.
La titular del Convento es la Patrona de la Ciudad.

Se ignora la fecha precisa de su construcción pero ya existía en el siglo XV. Está compuesto por una capilla, una sala y un patio, además de una planta superior.
La puerta de entrada está adintelada en granito.
Actualmente se trata de una casa particular, propiedad de la Iglesia

Este pequeño edificio acogió durante varios siglos el antiguo Hospital de Pobres y Transeúntes de San Bartolomé, cuya finalidad era acoger a los indigentes enfermos que llegasen a la ciudad. Su portada gótica delata su origen bajo- medieval. El edificio bien pudiera fecharse como mínimo hacia mediados del siglo XV.
Actualmente se utiliza como oficina del A.R.I. de Jerez

Es una pequeña construcción de una sola nave, techumbre a dos aguas rematadas en espadaña a la que se accede a través de una pequeña verja y con pórtico de acceso constituido por dos arcos de medio punto que descansan sobre una columna central.
La nave tiene bóveda de cañón y cuatro capillitas, con arcos de medio punto, dos en cada lateral y altares en las más próximas a la cabecera con imagen de San Vicente en la izquierda, San José en el de la derecha, y junto a él, la imagen del Cristo de la ermita del Espíritu Santo.

Está situada en el comienzo de la calle que lleva su nombre.
Es una obra del siglo XVII, de planta rectangular, cúpula octogonal sobre la capilla mayor y espadaña.
Bajo el ojo de buey que existe actualmente en su fachada debió estar una entrada que hoy se encuentra cegada.
La cabecera posee un altar con la imagen de la Virgen María, todo ello bajo cúpula esférica con tres linternas. Hoy día se utiliza como almacén.

De todo ello destaca el atrio porticado compuesto por arcos de medio punto hechos de ladrillo que descansan sobre elegantes columnas de granito con sencillo capitel.
Nada se sabe de su fundación; mas se piensa que existía en época de los Templarios, porque en la Edad Media existían ermitas dedicadas a San Lázaro en casi todos los pueblos comarcanos destinadas en su mayor parte a lazaretos en los que se acogía a los leprosos.
En 1511 estaba abierta al culto y en el altar mayor había una representación del misterio del Santo titular; poseía ciertas tierras y una huerta.
Su antigüedad en aquel punto quizás date de los tiempos de los Templarios, lo mismo que otras varias. La construcción original se arruinó en el siglo XVII.
Según acuerdo de 18 de junio de1714, se reunieron muchas limosnas de devotos con objeto de reedificarla, y a petición del presbítero D. Agustín de Revenga, dio permiso el Ayuntamiento para que se hiciera, no donde estaba antes, sino enfrente de la ermita arruinada.
Poco más de un siglo duraría la ermita en su nueva construcción.
Después de más de medio siglo convertida en ruinas ha quedado convertida en bar.

Al lado del Evangelio se abren tres capillas con arco de medio punto, siendo tal vez alguna de ellas la Sacristía.
Destacan en ella las fachadas de los pies y lateral, ambas de granito, en las que grandes pilastras adosadas vienen a enmarcar portadas sobre las que se sitúan frontones triangulares.
Bajo el frontón de la principal aparece una pequeña mandorla donde estaría el titular.
Actualmente en ella se encuentra ubicado uno de los bares más típicos de la Ciudad

Está situada en la plaza que lleva su nombre extramuros del recinto medieval.
Sus orígenes podrían remontarse a los primeros años del siglo XV. Algunos manuscritos del siglo XVI ya ofrecen datos sobre su existencia (Visita de la Orden de Santiago de 1511).
Esta ermita pudo tener tres naves sobre arquería, las cuales fueron sustituidas en el siglo XVII por la nave única actual, que es de cañón con lunetos.
La capilla mayor está compuesta por un retablo barroco que acoge la imagen de San Sebastián.
El exterior destaca por su aspecto encalado, así como por la sencillez de la fachada principal, donde una triple arquería sobre pilares de piedra conforma el pórtico de acceso, en cuyo dintel se elevan pequeños pináculos en cada extremo y como remate superior a la espadaña que sirve de campanario.
Es la única que sigue abierta al culto.

En los libros de Acuerdos del Concejo del año 1735 se especifica que el cabildo concedió licencia al presbítero para edificar una ermita con la advocación de San Lorenzo.
Es una sencilla construcción de una nave con tejado a dos aguas. En la fachada de los pies se abre el vano de ingreso entre dos enormes machones; sobre éste hay otro vano rectangular y como remate, una espadaña con aletones y hueco de medio punto para la campana.
La nave presenta bóveda de cañón, dos capillitas-altares en cada lateral, escalera a un pequeño coro, altar con la imagen de San Antón en la segunda capilla del lado derecho. La cabecera es de medio círculo, con púlpito a la izquierda y hornacina con altar de San Lorenzo en el fondo, todo ello bajo cúpula de un cuarto de esfera nervada.
En la actualidad no se celebra culto en ella y algunas de sus dependencias se utilizan como viviendas

Situada extramuros de la ciudad, en el suroeste de la misma.
Existía en 1731 pero no se sabe la fecha en que se levantara, aunque por similitud constructiva (atrio con coro encima del mismo) con la de San Lorenzo, debió construirse en las primeras décadas del siglo XVIII.
La construcción original se derrumbó en 1965 y actualmente se encuentra remodelada y es utilizada para oficinas de la Junta de Extremadura.
Según Núñez Barrero, párroco de la iglesia de San Bartolomé, dicha ermita se construyó en 1579 por acuerdo del Ayuntamiento hecho en 1571.
En la actualidad su antigua puerta de acceso se encuentra cegada, dando esta a un patio privado, habiéndose abierto una entrada lateral con salida directa a la calle San Gregorio.
La sacristía se encuentra incorporada a la vivienda que se adosó a la ermita.
Actualmente se encuentra cerrada, pero hasta hace pocos años fue bodega de vino.
La fundación de este santuario está relacionada con la vida de Isabel Méndez, beata del siglo XVII, conocida por M. Isabel de la Cruz, de quien corre la fama popular que murió en olor de santidad, y por eso sobre el solar de la casa en que habitaba erigieron esta ermita.
En la portada de ella hay un rótulo en barro cocido, que reza “Sacellum venerabilis Elisabeth á Cruce, quae obiit X Kalendas Martias anno millesimo sexcent octogessimo primo”. Esto es: “Capilla de la venerable Isabel de la Cruz, que murió el 10 de las Kalendas de Marzo de 1681.

Este templo es el más antiguo de cuantos existen en Jerez de los Caballeros ya que hay pruebas que lo remontan a la época visigoda. En su interior existe una columna invertida en la que se pude leer la inscripción “en el día noveno de las calendas de enero, de la era 594 fue dedicada esta iglesia a Santa María”. Esta fecha indicaría que fue fundada en el año 556 de nuestra era. La posición invertida de la columna en la que está grabado el epígrafe conmemorativo de la consagración de la iglesia nos indica la fecha de construcción del templo ya que este detalle o descuido jamás se hubiera tolerado en los edificios religiosos griegos o romanos.
No existen más referencias a su construcción aunque se cree que empezó más pequeña y de modestas proporciones externas, pues aunque el pueblo cristiano era numeroso, estaba bajo el dominio de los visigodos, que por ser arraianos no habían de mirar con buenos ojos que las iglesias católicas se alzasen con más pompa que las suyas. Luego fueron realizándose diversas ampliaciones. De todas formas la más importante tuvo lugar en el S. XVI momento a partir del cual la iglesia ya poseería la forma actual.
En los tiempos de la dominación mahometana debió ser la mezquita donde hacían oración los creyentes del Corán. También fue la iglesia principal cuando la población cayó en poder de la Orden Templaria, quienes al encontrarse un templo que en otro tiempo había sido santuario de la Virgen María, patrona de la Orden del Temple, debieron tener gran júbilo en confirmar la consagración verificada en el siglo VI.
El edificio se construyó, de primera intención, de forma rectangular por fuera, dividido dentro en tres naves por medio de columnas cruciformes La capilla mayor está cubierta por una cúpula del crucero es de estilo renacentista, con fantástica decoración barroca, relieves con emblemas del sol, la luna, la estrella de la Natividad y el lirio de la Virgen, entre querubines y adornos de todo género. En las pechinas se distinguen las figuras en relieve que representan a Santa Ana, san Joaquín y San José, y en el anillo águilas bicéfalas (escudo de Carlos I de España y V de Alemania).
El magnifico retablo de esta capilla mayor era de talla dorada, con columnas corintias de fustes estriados y con profusión de adornos.
Esta obra debió de hacerse en el siglo XVI, en el que la población llegaba al apogeo de su engrandecimiento con la Orden de Santiago.
El retablo del altar mayor y los dos laterales que ocupaban los brazos del crucero, son obra posterior.No se sabe la fecha exacta de realización, aunque si se cree que se realizó a lo largo del siglo XVIII junto con los retablos laterales del Corazón de Jesús y de Nuestro Padre Jesús Nazareno que son del mismo estilo. Si existen pruebas de que fue realizada, la capilla mayor por Juan Alfonso de Ladera.
Esta iglesia sufrió un incendió la madrugada del 6 de marzo de 1965 en el cual se quemó el altar mayor y el órgano del templo. El retablo que estuvo formado de dos cuerpos dorados, el primero adornado de cuatro hermosas columnas estriadas con capiteles corintios, ceñidas de guirnaldas en sus fustes, este estuvo dedicado a la Virgen de la Encarnación la cual se quemó durante el incendio siendo sustituida por otra. El segundo cuerpo estaba formado de columnas de igual forma y distintas dimensiones y tuvo la efigie de la Asunción de al Virgen María, rodeada de ángeles. De ellos hay una gran abundancia en la cornisa de la capilla y en los balconcillos que aun se conservan. Se dice que este era el mejor de los retablos de la población.
De las imágenes que se conservan en el edificio merecen mencionarse la de la Magdalena, que es excelente y que se le atribuye a la escuela de Juan de Mena y la de nuestro Padre Jesús Nazareno talla de gran devoción entre los jerezanos. Destacar también la existencia de diversas pinturas del s. XVII y s. XVIII como una representación de la Piedad o “Los Niños del Hospicio”.
En el exterior la torre de planta cuadrangular empezó a construirse a finales del siglo pasado, y se quedó sin terminar al llegar al arquitrabe del primer cuerpo.
Esta construcción es Neoclásica, de finales del s. XVIII y es completamente distinta del resto de las otras iglesias Barrocas de Jerez de los Caballeros.

La Iglesia
Notable templo con aspecto de colegiata. Se alza en el centro del casco urbano. Su construcción debió iniciarse a finales del siglo XIV, bajo la advocación de Santiago, a raíz del establecimiento de los caballeros santiaguistas en la Ciudad, cuando Enrique II hizo merced de ella a esta Orden. La referencia más antigua se remonta a 1463.
De la primera fábrica se conserva la portada del lado del evangelio, de estilo gótico. También corresponde a la primera construcción las bóvedas de las dos capillas situadas a los pies del templo.
Su estilo es barroco aunque en ella se entremezclen distintos elementos que responden a los diferentes periodos de evolución.
El Altar Mayor, cubierto por una cúpula, lo constituye un templete barroco de tres caras, de gran riqueza ornamental, con tallas de los cuatro evangelistas. Posee también un coro alto con voladiza tribuna dorada. La cúpula está decorada con pinturas del siglo XVIII que fueron realizadas por pintores italianos y representan a la Santísima Trinidad.
La sillería del coro es del siglo XVI de estética renacentista, está formada por dos filas de escaños decorados con pequeñas columnas adosadas, roleos, ménsulas y formas geométricas destacando el sillón del “GRAN MAESTRE”, en el cual está labrada la Cruz de la Orden de Santiago.
TORRE
La torre se construye entre 1749 y 1756 y es obra de Juan Alfonso de Ladera y mide 64 metros de altura.
Según manifestación expresa en su testamento, en esta parroquia, junto las cenizas de su madre quiso descansar eternamente el adelantado de la Florida, Hernando Méndez de Soto.

Data del siglo. XV – XVI, reformada en el siglo XVIII, la fachada lateral se levanta sobre una plataforma Barroca a modo de tribuna. La portada presenta formas Neoclásicas.
La fachada principal tiene una gran riqueza decorativa que le otorgan los motivos vegetales, los dinteles ondulados y sobre todo los azulejos. Estos están decorados con discos cerámicos configurando bandas o cenefas decorativas, su estilo es Barroco.
La torre data de 1759 y es de segunda construcción ya que la primitiva se viene abajo durante el terremoto de Lisboa de 1755.
Su estilo es barroco con fábrica de ladrillo y aplicaciones de barro cocido y yesería, con revestimientos de vistosa cerámica vidriada.
Este templo está dedicado al Santo Patrón de la Ciudad. Según la leyenda, su origen se remonta a tiempos de la Reconquista, cuando los reyes de León hacían incursiones por estas tierras, entonces de moros. La fábrica actual es muy posterior, aproximadamente del siglo XV y reformada en los siglos XVI y XVII, pero aun quedan muchos vestigios de su gótica fisonomía anterior que debió iniciarse como ermita, que bajo el nombre de San Bartolomé de la Jara, se alzaba en el siglo XIII, en la parte más prominente de la población.
La iglesia parte de la pequeña capilla situada a mano izquierda en la que se encuentra actualmente la pila bautismal y la imagen de San Bartolomé. En ella existe una leyenda en letras góticas en la que se dice que su acabo de construir en 1508.
El retablo del altar mayor es obra de José de la Barrera, se realiza a expensas del Consejo y por dirección del Ayuntamiento y se coloca es 1691. Este retablo es sencillo en sus partes, aunque bastante adornado en la composición.

Arquitectónicamente se trata de un templo barroco. Fue construida sobre otro templo de origen medieval, ampliado a partir del siglo XVI.
La estructura fue dañada por el terremoto de Lisboa de 1755 por lo que tuvo que ser reparada antes de comenzar la construcción de la torre en 1757. El autor fue Juan Alfonso de Ladera aunque le imprimió un aire barroco más neoclásica.
Se trata de un templo barroco aunque contiene muchos elementos de corte Neoclásico.
La torre fue construida desde el año 1756 a 1772. Su altura es similar a la de San Bartolomé, 60 metros. Por encima del ventanal superior hay una inscripción del 1762.
INTERIOR DE LA IGLESIA:
De planta rectangular es de una sola nave que por no tener columnas en medio resulta amplísima y hermosa. A los pies se encuentra el órgano y en las paredes de ambos muros laterales se sitúan diversas capillas abovedadas, así como otras que constituyen pequeños retablos y algunos lienzos. El retablo del Altar Mayor es barroco, esta dedicado a Santa Catalina mártir, y tiene forma de concha. Su fecha de construcción es del primer cuarto del siglo XVIII.

Las murallas son de origen templario, del siglo XIII, aunque parte de ese trazado está construido sobre el anterior recinto árabe, quedando actualmente 18 de sus 26 torreones originales.
Consta de un perímetro aproximado de 1.700 m. y una superficie de unas 15 Has., en donde podemos encontrar torres semicirculares, muchas de las cuales se encuentran integradas en la actual disposición urbanística de la ciudad.
La muralla contaba con seis puertas (la de Burgos, Alconchel, Sevilla, Nueva, Santiago y la de la Villa), de las que en la actualidad se conservan dos: la Puerta de la Villa y la Puerta de Burgos.

Fue construida por los templarios, en el lado sur del recinto amurallado, sobre la primitiva alcazaba musulmana.Es una construcción realizada alrededor de un gran patio central.
En su devenir histórico, se han desarrollado en su seno acontecimientos bien notables, tales como la heroica resistencia de los últimos caballeros del Temple, inmolados en una de sus torres, que desde entonces lleva el remoquete de “Torre Sangrienta”.
En este recinto se encuentra el Ayuntamiento de Jerez de los Caballeros y el Parque de la Morería.


Su construcción, sin remontarnos a etapas anteriores, debió realizarse en torno a la primera mitad del siglo XIII.
Los Caballeros Templarios construyen sus muros hasta el punto que ya en 1283 se hace mención expresa del castillo jerezano, e incluso, de dos maestres templarios.
Pero el trabajo templario desaparece con la extinción de la orden en 1312 y sus posesiones pasan a la corona castellana.
Básicamente, la fortaleza de Jerez, es una construcción realizada alrededor de un gran patio central, con forma de pentágono pero irregular en su parte suroeste.
Es una obra de mampostería con refuerzos angulares de sillería en sus torres cuadradas de jalonamiento y cubos estratégicos con alturas variables en sus lienzos entre ocho y doce metros.
El conjunto estaba defendido y flanqueado por 26 torreones; entre estos destaca la Torre del Homenaje o Torre Sangrienta, ya que es la de mayores medidas y la más robusta. Al igual que las restantes, está construida con sillarejo y mampostería y sólo tiene sillares en los ángulos. La Torre de Armas, la de la Veleta o del Reloj, y la del Carbón completan las cinco torres de la fortaleza.